Los sifones deben ser accesibles e instalarse lo más cerca posible de la válvula de descarga de los sanitarios, han de ser lisos, fabricados en un material resistente a las aguas evacuadas y con un espesor mínimo de tres milímetros. Un requisito básico es que sean estancos para evitar las fugas de agua y los malos olores.
Han de ser lisos, resistentes a las aguas evacuadas y con un espesor mínimo de tres milímetros
Los sifones deben revisarse y desatascarse siempre que se produzca una disminución apreciable del caudal de evacuación o cuando haya obstrucciones. En el caso de locales húmedos y cubiertas transitables, los sumideros y los botes sifónicos deben limpiarse cada seis meses. En locales no transitables la periodicidad es de, al menos, una vez al año.
Es importante que tanto los sumideros, como los botes sifónicos y los sifones individuales se mantengan siempre con agua para evitar malos olores. También aquellos que se encuentren en terrazas y cubiertas.