La principal característica de un grifo electrónico, y la que la define, es su accionamiento por sensor. Sencillamente, al acercar las manos al sensor la salida del agua se pone en funcionamiento. En cuanto se retira, el grifo deja de echar agua. Seguro que ya sabéis de qué clase de grifo hablamos. El que en algún momento hemos encontrado en un hotel, hospital o instalación deportiva.
Ventajas de la griferia electronica.
Ahorro de agua. Sólo gastamos agua cuando lo necesitamos. Justo y sólo en el momento del aseo, gracias a su sensor. Así, evitamos un derroche de agua innecesario, además de posibles descuidos. Por otro lado, estos sistemas traen consigo mecanismos capaces de seleccionar el caudal y la temperatura deseada nada más abrir el grifo. Esto también contribuye a reducir el consumo de agua, ya que no necesitamos dejar que salga el agua para que se caliente.
Ahorro en la factura del agua. Consecuentemente, si ahorramos agua, cuidamos nuestra economía. Algo muy a tener en cuenta, sobre todo si hay niños en casa. Expertos en encontrar en el agua su medio de juego favorito.
Sistema seguro. Con los grifos electrónicos, no corremos el riesgo de que un descuido, como dejarse el grifo abierto, termine en inundación.
Confort. Es rápido, automático y cómodo. Pero además es especialmente funcional para un uso multitudinario propio de sitios públicos. Y si en casa tenemos personas mayores o con movilidad reducida a nuestro cargo, esta es la mejor solución.