Un sistema de abastecimiento de agua consiste en una infraestructura que recolecta, trata, almacena y distribuye agua entre las fuentes de donde se extrae y los consumidores.
Los sistemas abastecimiento y distribución de agua dependen del tipo de fuente utilizada, de la topografía y del nivel de servicio de suministro proporcionado.
El primer paso para ejecutar un proyecto de este tipo es determinar qué sistema de abastecimiento se va a emplear, de forma que se pueda planificar una instalación eficiente y sin mayores contratiempos.
Descontando el suministro de agua a partir de la recolección de agua de lluvia y los pozos de aguas subterráneas, de los que se extrae el agua mediante bombas manuales, para las grandes ciudades el agua, una vez extraída de su fuente y tratada para el consumo humano, requiere un sistema de tuberías para llevarla a todos los hogares.
Si la topografía es la adecuada, un sistema por gravedad es el más usual, sin requerir de bombas ni demás instalaciones.
Un buen sistema de abastecimiento debe cumplir con los siguientes requisitos:
La calidad del agua no debe deteriorarse en las tuberías de distribución.
Suministrar agua en todos los lugares previstos con la suficiente presión.
Suministrar la cantidad necesaria de agua en caso de incendios.
Ningún consumidor debe quedarse sin agua durante la reparación de cualquier sección del sistema.
Todas las tuberías de distribución deben colocarse preferiblemente a un metro de distancia o por encima de las líneas de alcantarillado.
Debe ser bastante hermético para mantener las pérdidas por fugas al mínimo.