Estos componentes se instalan en las redes para filtrar el agua, a través de tamices, y retener partículas, virutas de tubería, arenilla, etc. También se instalan para proteger válvulas automáticas y electrobombas de agua que por su funcionamiento mecánico requieren de una limpieza absoluta. Para fontanería se fabrican de tipo cartucho o de tipo cestilla.